El Hijo del Quijote
...He aquí un Heredero. Desde la Mancha hasta nuestros tiempos. Por la insurrección de los Sueños; la resurrección del Asombro; la vigencia de la Locura y el imperio de esas Fantasías que aún nos quedan...
Y yo, desde aquí, no puedo dejar sino, recordar entonces a mi gran guía y maestro, al que me entregó en testimonio y vaticinio, al que me ha forzado a hacerme realidad en esta Imperiosa Cruzada. Vayan mis recuerdos, afectos y honores al "Caballero más valiente que tenía en aquella edad el mundo", "al más venturoso Caballero Andante de los pasados siglos". Al que tras recibir "todos los sacramentos ... entre compasiones y lágrimas de los que allí se hallaban, murió sosegada y cristianamente" (¡Pero!... sin testimoniar ni develar a nadie, absolutamente a nadie sobre su Gran Secreto -¡paciencia eterna la suya!- pues esperó hidalgamente (en su lecho de fértil muerte) hasta estos tiempos de por hoy en día. * Cabe advertir eso sí, que en estricto e inevitable rigor, sí hubo alguien que lo supo, que siempre lo supo... Vuestra Merced, la Sin Par Señora del Toboso, la Inmaculada Señora del mejor donaire y extremo de toda Fermosura ).
Éstas citas, mis estimados(as) -extensión esta última, que entiéndase agregada de aquí en adelante, en todas las enunciaciones generalistas donde corresponde señalar tan valioso y femenino detalle de género- y muy bien ponderados:
Caballeros y jinetes; princesas, emperadores y emperatrices; doncellas, damiselas y celestinas, náyades y sirenas; elfos, guerreros, soldados, duendes, hobbits; soñadores e ilusionistas, magos, genios y hechiceros, hidalgos, ninfas, hadas y musas; profetas, maestros y discípulos, agnósticos y ortodoxos, ; peregrinos y evangelizadores, pastores y laicos; artistas -bohemios, beodos y abstemios-, músicos, actores y trovadores, payasos, mimos y bailarinas; arlequines, bufones y acróbatas; juglares, escribanos, "escrivividores" y cuenta-cuentos; escuderos y arcabuceros, señores feudales y vasallos, rosacrucianos, mosqueteros y templarios; creadores, literatos, libertarios y emancipadores; paranoicos -delirantes y hasta bipolares-; filántropos, indigos, altruistas y pacifistas; cruzados, moros y cristianos; artesanos y orfebres, provincianos y aldeanos de todas las tribus y comunidades del orbe, ángeles y arcángeles, gurus y monjes, etcétera, etcétera e interminablemente etcétera:
...Éstas, son las menesterosas arengas que me fueron indicadas recitar para recibir y vitorear a los Caballeros y Dulcineas que vayan arribando hasta aquí.
"SEAN TODOS Y TODAS BIENVENIDOS(AS)"
(03.10.05 16.00 hrs.)
(Extracto de canción Nº 2). Se oye y lee aquí: http://laobradehdq.blogspot.com/2006/06/blog-post.html "Quizás debí haber sido Caballero Medieval, con mi adarga antigua y mi galgo corredor. Desde siempre y en silencio arrastrando un ideal al igual que el Caballero de la Mancha y del ayer. ...Es el Hijo del Quijote (3), es el mismo, el mismo soñador".