El Hijo del Quijote: 17 abril 2005

Solo eso soy

Soy un pobre mendigo de las emociones y tu, bella dama... mi dulce inspiración.

Soy un novato arquitecto de castillos y tu, niña hermosa... princesa en mi palacio.

Soy un solitario cazador de ilusiones y tu, piel de mujer ... mi anhelo más preciado.

Soy un simple escribano del medioevo y tu, blanca doncella... la razón de mi prosa.

Soy un nuevo corsario de este siglo

y tu, musa cautivante... mi más valioso tesoro.

Soy un débil fugitivo de la angustia y tu, compañera perfecta... la fuerza que me queda.

Soy un vasallo seguidor de quimeras y tu... mi gran sueño: el motivo de mis mañanas.

(03.10.05 16.00 hrs.)

Cre-acciones del Heredero

...FELIZ...

Soy feliz,

soy extremadamente feliz.

Soy tan feliz

que ni siquiera me doy cuenta

que en realidad

estoy sufriendo,

y que la angustia
me esta consumiendo por dentro.
...aunque por fuera
me veas tan feliz.

07.03.03

Y muy pronto aquí... o mejor dicho... a por allá...

"Animaliris".

"La Ciudad del Infinito".

"Palacio de Arquetipos".

"Naciturus".

"Re-Génesis"

"Supe que venías"

"Maldito el día".

"Noche".

"Dulcinea Encinta".

"Relatos extremadamente breves".

"etcétera, etcétera, etcétera".

...Y....

Quédate conmigo

cúbreme con tu cuerpo,

cúbreme entonces

del enorme sueño que llevas guardado.

Dame una de tus miradas

y una indiferencia menos,

dame una de tus penas

y la convertiré en sonrisa...

Dame tu silencio

y tu cuerpo impresionante;

dame algo de ti

para no extrañar tanto

tu permanente partida.

06/02/2002

Copyright

Bienvenidos los sueños... El descubrimiento de la misteriosa carta de desafíos que contenía el secreto del Quijote, ocurrió el 05 de octubre de 1992, a las 00:50 hrs. am, en un país de las Américas. (Inscripción Nº 146.739, Registro de Propiedad Intelectual, ingresado el 29.04.2005. Departamento de Derechos Intelectuales de la DIBAM, República de...)

By: El Hijo del Quijote / HdQ

(Las cartas de desafíos, eran aquellas en que los caballeros -que se proponían trabar combate- exponían los motivos y «las condiciones del desafío». En aquellos tiempos, constituían un género tan común en la realidad como en la literatura).